Sábado por la mañana, llego a las 11:30 como es frecuente. Aparentemente no hay regata ya que hay viento del sur. Envergamos la vela y la colocamos como hacemos sábado tras sábado y cuando estaba la tripulación, salimos a probar y observamos que la vela adecuada para ese tiempo era la grande y bolsuda. Tuvimos una buena "Pega" contra el Archipielago 8. Y después de unas viradas, largos y repiquetes, era la hora de nuestra recompensa "El bañito en la bahía". Que bien nos sentó la verdad.
Entramos al muelle, comimos y después a relajarnos ya que había bandera de aplazamiento y teníamos claro que se suspendería pero no fue así. El comité nos hizo bajar al tunel ya que roló el viento hacia el norte y de tierra. El bote que teníamos que pegar era contra el Tara del Mar Una pega que se creía todo el mundo que iba a ser fácil y que seríamos los claros vencedores. Salimos delante, yo desde mi posición de abrochar, veía como el Tara se mantenía firme con esa vela y con el viento que hacía, no nos alejábamos nada y en un segundo, ellas viraron hacia tierra. Nosotros le contestamos y en el bordo hacía tierra, nos alejamos un poco pero vimos sorprendidos como el Tara cruzaba más que nosotros y a toda la flota y no conseguiamos separarnos de ellas.
Yo creo que ahí nos iban ganando en tiempo y en barlovento y en ese instante, picamos tierra, viraron y nosotros alargamos la vuelta para ponernos a barlovento y más a tierra para así ya tenerlo como se suele decir "Muerto". Pero la sorpresa fue que nosotros proa hacia fuera y ellas proa a tierra, no creíamos que el Tara cruzaba más que nosotros y no pudimos separamos de ellas hasta al llegar al espigón en una vuelta a tierra que cogimos más velocidad y que el cruce de ellas no nos hacia daño, viramos en tierra y empezamos a alejarnos.
Y al entrar sabíamos que habíamos ganado pero claro,por muy pocos segundos, entramos al muelle y poco después entraron ellas y como tiene que ser como buenos compañeros y entre todos los botes, les aplaudimos por la estupenda regata que hicieron y por que nunca nos los dejaron nada fácil. Hasta aquí mi crónica de un tripulante del Pueblo Guanche. Espero que les haya gustado. Un saludo.
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