El Boteblog: Historia de un deporte vernáculo 1904-1946.

02 junio 2011

Historia de un deporte vernáculo 1904-1946.

      Todo comienza en un tipo de embarcación destinado a las faenas portuarias y de pesca. Que en sus tiempos libres hacían sus piques en la costa de la bahía de Las Palmas de Gran Canaria. Se tiene constancia periodística que la primera regata organizada, se data el 24 de Julio de 1904, con motivo de la celebración de las Fiestas Patronales del barrio de San Cristóbal donde en su programa festivo del barrio se anunciaban regatas de botes de vela, desde la Puntilla de San Cristóbal hasta el Muelle de Las Palmas (El Hoyo).A comienzos de siglo XX, la Vela Latina alcanzó su primera época de esplendor en los años de la Primera Guerra Mundial.

        En aquella época, sus personajes eran varios grupos o "taifas" que eran los de la Hoya de la Plata, conocidas por la de Clemente y la de Felix  y otra de San Cristóbal la de Jose Calixto Peña. El escenario, desde Boca Barranco de Telde hasta Cardosa, y algunas veces prolongada la meta hasta la Puntilla o el Castillo de San Cristóbal. Aunque más tarde comenzaron hacerlo desde el Túnel hasta la el Puerto.

          Los motivos que inducian a las regatas eran varios y comparados con los actuales no econtramos ninguna diferencia que la prueba que se han echo tradicionales. Una vez se imponía la solemnidad  de una fiesta; otra, la disputa del consabido sancocho o el caldo de pescado donde se decía "al que pierde paga"que era las más rasqueras de la ultima derrota.

        Los medios si eran muy diferentes, pues todavía no habia llegado la idea del clásico corte de nuestros botes y se valían de los recursos que tenían en sus trabajos los cuales eran sus barquillos de pesca. Con toda seguridad podemos decir que esta modesta gente no pensó, ni siquiera en lo más remoto de su imaginación, que estaba cimentando un ambiente con un elevado grado de popularidad y, consecuentemente arraigando en nuestra ciudad un deporte que, dentro de sus características, es único en el mundo.

        A veces por suerte, otras por desgracia, la predisposición general de la gente es ir hacia la disputa, siendo muy fácil demostrar este conjunto innato. A nuestra vela latina le vino estupendamente esa predisposición, pues la misma quedó enmarañada en las controversias traidas por los resultados de aquellas regatas.

            Y lo que empezó siendo discusión localizada en la parte sur de nuestra ciudad, terminó extendiéndose a toda ella con una fuerza sorprendentemente arraigadora. Este ambiente trajo como consecuencia nobles deseos de perfección y con la experiencia de la última embarcación con más propiedad la llamaríamos penultima se iba a la mejora de la que estaba por hacer. Aparte  de que el antagonismo existente  hacia nacer ansias de emulación por parte de las tripulaciones. Todo ello, claro está ha hecho  que este deporte tan nuestro  haya ganado la digna estimación de difícil "arte playero". 

              Las incidencias y resultados de las regatas se discutían con gran pasión. Y era tal ésta, que a veces llegaban  hasta sacar del agua al bote vencedor para pasearlo enbanderado y con gran profusión de "voladores" por los parajes de la afición del vencido.

           Los años 30 fue cuando se inicia la etapa fuerte de la Vela Latina donde surgieron entonces más de doce botes y se disputaban las regatas en los días festivos y laborales y los espectadores lo veían en faluas, coches en lo que hubiera en esa época. Disfrutaron de  muchas regatas espectaculares  entre Porteño, Minerva, Morales, Santa Catalina y otros más de la mano de patrones de la época como Domingo Oramas, Rafael Martín, Gabriel Bruno, Piteras, Farias, Juan Izquier, Antonio del Pino "El Cangrejo", Manuel Artiles, etc... Y en aquellos tiempos,  los patrones cambiaban de botes indistintamente. 

           Con la Guerra Civil, la Vela Latina sufrió diversos vaivenes. Poco a poco fue decreciendo su actividad y su pujanza.  ya que es un deporte costoso, al que mantienen en especial gentes modestas. Y los tiempos impusieron casi la paralización de las regatas. Aunque después de 1936 se celebraron regatas y hasta 1940 se mantuvo la actividad. Pero el mundo de los botes se fue apagando poco a poco. Y finalmente, la última regata oficial que se realizó fue en el año 1946 que la disputaron "Porteño" y "Minerva".

               En esos momentos, muchos se vieron obligados a parar debido a los tiempos difíciles que se estaban produciendo en esos años  (Posguerra y II Guerra Mundial). Asi que comenzaron a guardar sus botes y sus velas en almacenes o en sus propias casas. Y sintieron tristeza ya que muchos botes no volverían a salir al agua nunca más pero tuvieron la esperanza de que algún día volvería a resurgir el espíritu botero en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.


        Toda esta información es gracias a  Luis Garcia Jimenez y Juan Cabrera "BALUMA" por sus artículos realizados en los años 60.

No hay comentarios: